Se estima que la audiencia de presentación del octavo aprehendido en el caso sea dentro de las próximas horas en los tribunales de Puerto Ordaz. Los siete primeros han sido privados de libertad.
Los investigadores policiales del caso de explotación sexual en San Félix creen que los implicados tomaban un templo evangélico como fachada para la red que opera en Ciudad Guayana y en Barcelona y que también está ligada con la trata de blancas en la frontera con Brasil.
La red prostituye a niñas y adolescentes, las graban y fotografían para vender luego el material por la web y para someterlas. Los investigadores presumen que dicha red opera mayormente en la ciudad de Curitiba, en el sur de Brasil.
Los videos y las fotos pornográficas de niñas (entre 3 y 13 años) eran comercializados en sitios web de Argentina y de Estados Unidos.
Van ocho personas apresadas por mantener vínculos con este delito. Siete de ellos ya están privados de libertad. El octavo detenido es Carlos César Colmenares Maita, de 54 años.
Su nombre era familiar tanto para Charvis de Jesús Campos Bellorín, de 28 años, y para Sergio Jesús Zavala Mundaraín, de 22 años, quien tenía una academia de modelaje en Barcelona, estado Anzoátegui.
Se sabía que Charvis practica la religión evangélica y asistía a una iglesia en San Félix. Cuestionado sobre el vínculo entre su fe y la red de prostitución, afirmó que no guardaban relaciones y que su conducta no debía afectar a sus superiores.
Esa respuesta generó suspicacia a los funcionarios policiales y el lunes allanaron la casa de Colmenares, pastor de un templo evangélico de San Félix.
Fuentes de la Policía científica informaron que Charvis asistía con regularidad el hogar de Colmenares, igual que otro de los arrestados por este caso.
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