En medio de la temporada de lluvias que azota el sur de Venezuela, las comunidades de Upata enfrentan una doble crisis: la prolongada escasez de gas doméstico y la imposibilidad de usar leña seca como alternativa para cocinar. Residentes de diversos sectores llevan meses sin recibir el servicio por parte de Bolívar Gas, la empresa estatal encargada de la distribución, lo que ha generado descontento y un incremento en la compra de gas en el mercado negro a precios exorbitantes.
Según reportes locales, la situación persiste desde inicios del año el problema no había mejorado en el estado Bolívar, afectando a miles de hogares que dependen de este recurso esencial. La escasez obliga a los habitantes a buscar opciones precarias, mientras las lluvias de agosto complican todo aún más al mojar la leña disponible en las zonas rurales y urbanas periféricas.
En sectores como La Loma, Hipódromo Sur y todas las urbanizaciones adyacentes, Manuel Piar, Sierra 3, entre otros, son los más afectados en Upata, los vecinos reportan que el gas "bachaqueado" (vendido ilegalmente) cuesta hasta 20 dólares por bombona, un precio inaccesible para muchas familias en un contexto de inflación y bajos salarios. Esta práctica especulativa ha proliferado debido a la inacción de Bolívar Gas, que a pesar de anuncios de despliegues en el municipio Piar –donde Upata es la capital–, no ha logrado resolver las demandas pendientes. "Se mantienen desplegados dando cumplimiento a las instrucciones", afirmó la empresa en abril, pero las quejas continúan, con comunidades enteras sin atención por meses.
En redes sociales, la indignación es palpable. Un usuario local criticó directamente la gestión, afirmando que "los mafiosos del gas doméstico dentro de las comunas" están fallando y urgiendo una revisión sorpresa en Upata.
Sin embargo, los residentes exigen respuestas inmediatas de Bolívar Gas.
"Esto es una calamidad diaria", expresó un habitante anónimo en un reporte local, la crisis del gas doméstico en Upata parece destinada a persistir.
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