Durante la sesión, el presidente del Legislativo, Jorge Rodríguez, aseguró que el pronunciamiento “no es solo una decisión política, sino un acto de honor y dignidad nacional”. Señaló que el Gobierno trinitense ha permitido que su territorio sirva como “portaaviones” de Estados Unidos en operaciones que ponen en riesgo la estabilidad de Venezuela.
La diputada Iris Varela, promotora del acuerdo, cuestionó que la primera ministra haya permitido ejercicios militares conjuntos con fuerzas estadounidenses cerca de aguas venezolanas. Recordó además los incidentes ocurridos con pescadores trinitenses y denunció que el gobierno de su país “ha abierto las puertas a los agresores del Caribe”.
El texto aprobado incluye seis puntos que rechazan cualquier tipo de alianza de Trinidad y Tobago con potencias extranjeras para intervenir en asuntos internos de Venezuela. También exhorta al Ejecutivo nacional a revisar y suspender los acuerdos energéticos y gasíferos vigentes con la isla, por considerar que mantenerlos sería “inaceptable” en el actual contexto político y militar.
El diputado Luis Brito calificó a Persad-Bissessar de “entreguista y desleal”, acusándola de traicionar la histórica relación de respeto entre ambas naciones. Mientras tanto, Rodríguez insistió en que Venezuela seguirá denunciando ante organismos internacionales la supuesta injerencia extranjera en el Caribe y reafirmó que el país “no permitirá amenazas a su independencia ni a su pueblo”.
Con esta resolución, la Asamblea Nacional envía un mensaje de firmeza ante lo que considera una nueva ofensiva internacional y ratifica su disposición a “defender la soberanía y la paz del territorio venezolano por cualquier vía necesaria”.
Comentarios: