Según el periodista Nerlin Escalante, Millicom —matriz de Tigo— llevaba un año negociando la adquisición. La operación se suma a otras compras recientes de la compañía en Colombia, Uruguay y Ecuador, consolidando su expansión regional.
Millicom, multinacional luxemburguesa con operaciones en 11 países, busca afianzar su presencia en Venezuela con una estrategia orientada a liderar los servicios móviles, de televisión e Internet. Su marca Tigo ya domina mercados en El Salvador, Bolivia y Costa Rica, y su llegada promete transformar la experiencia digital de millones de usuarios venezolanos.
La operación incluye activos estratégicos, infraestructura y la cartera completa de clientes de Movistar. Aunque el acuerdo aún requiere aprobación regulatoria, fuentes cercanas aseguran que está prácticamente cerrado.
La adquisición ocurre en medio de la retirada progresiva de Telefónica España de Hispanoamérica, y Venezuela representa uno de sus últimos bastiones en la región. Para Tigo, este paso significa un movimiento clave hacia la integración tecnológica del continente.
Expertos prevén mejoras en la calidad del servicio, mayor cobertura, tarifas competitivas y un impulso a la inversión tecnológica. Además, la fusión podría generar nuevos empleos y fortalecer la red de proveedores locales.
Las reacciones han sido mixtas: mientras algunos usuarios celebran la llegada de Tigo y su reputación en innovación, otros expresan preocupación por posibles cambios en contratos y atención al cliente.
Si la transición se gestiona con transparencia, Venezuela podría entrar en una nueva era de telecomunicaciones más modernas y accesibles. Más que una simple transacción comercial, la compra de Movistar por Tigo representa una oportunidad para renovar el vínculo entre tecnología, inversión y ciudadanía digital.
Con información de RDN
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