El presidente Nicolás Maduro reafirmó que los derechos de Venezuela son irrevocables e irrenunciables, en respuesta a las agresiones externas que buscan apropiarse de las riquezas nacionales. Desde Mariche, estado Miranda, denunció el robo de un buque petrolero en el Caribe, acción que calificó como un grave delito de piratería internacional, contrario al derecho público y a los tratados que obligan a los Estados a sancionar severamente tales crímenes.
Maduro subrayó que ningún poder podrá bloquear la voluntad creadora ni el derecho a la vida del pueblo venezolano, protegido por el derecho internacional frente a actos de agresión marítima.
El mandatario aseguró que, pese a las amenazas, Venezuela continuará exportando sus productos y mantendrá el impulso de los 14 motores productivos, como muestra de resistencia económica. Llamó a la unión nacional en tiempos de lealtad, valentía y patriotismo para defender la tierra, el petróleo, las riquezas minerales y la soberanía. Enfatizó que “vacilar es perdernos”, y que dudar en la defensa de los recursos o en repudiar a quienes promueven invasiones constituye traición. En este sentido, criticó a sectores opositores que, según él, buscan entregar la riqueza nacional a intereses extranjeros.
Maduro destacó que el pueblo venezolano está en su Ley y que el derecho internacional lo ampara, protege y condena como delitos los actos de agresión marítima. Reiteró que la lucha por la soberanía es también una batalla por el futuro, la paz y la libertad suramericana. Con un tono firme, instó a consolidar la piedra fundamental de la libertad regional, asegurando que la defensa de los recursos naturales y del derecho a la paz es inseparable de la identidad nacional.
El discurso se enmarca en un contexto de tensiones con Estados Unidos, al que acusó de pretender robar las riquezas del país mediante actos de fuerza y piratería. Maduro insistió en que Venezuela no renunciará a sus derechos y que la unidad del pueblo será la clave para enfrentar cualquier agresión.









Comentarios: